El
Gobierno ha aprobado un conjunto de medidas para evitar la introducción del caracol manzana y su dispersión
por España, con el fin de eliminar los daños que esta especie
invasora ha comenzado a provocar en los cultivos de arroz del Delta del Ebro.
Entre estas normas se prohíbe la entrada a España de caracol manzana procedente
de países terceros. Además, las medidas
provisionales de protección frente a dos especies de caracoles acuáticos de
agua dulce, el «pomacea insularum» y el «pomacea canaliculata»-conocidas
ambas como caracol manzana-contemplan exigir que las plantas de acuario procedentes
de dichos países estén libres de formas vivas de esta plaga, en tanto que la Comisión Europea aprueba medidas para el conjunto de la Unión Europea.
El caracol manzana se ha establecido en el Delta del Ebro, donde ha demostrado
una elevada capacidad de dispersión y afecta a las parcelas de cultivo de
arroz, donde se ha convertido en plaga. Se trata de una especie
invasora que se ha introducido de manera accidental en distintos países del
mundo mediante su comercio como especie de acuario.
Así, la ONU ha
calificado la plaga del caracol manzana como una de las «más importantes del
arroz en el mundo», ya que ocasiona «graves daños» en el cultivo en crecimiento y «elevadas pérdidas económicas» en la producción de este
cereal. En
España, el caracol manzana se ha establecido en el Delta del Ebro, donde ha
demostrado una elevada capacidad de dispersión y ha comenzado a provocar daños
en las parcelas de cultivo de arroz.
Esta es la primera
detección de este molusco en Europa que, además de constituir una grave amenaza
para las áreas de cultivo de arroz del continente, puede generar daños a la biodiversidad en los humedales
naturales, debido a su consumo voraz de un gran número de especies de plantas
acuáticas autóctonas.
Las medidas adoptadas contemplan también medidas para
prevenir la dispersión del caracol manzana desde la zona en erradicación del Delta del Ebro, a través de la
maquinaria empleada en el cultivo del arroz. Concretamente, las cosechadoras
que se trasladen desde las zonas con presencia del caracol manzana a
otras zonas libres de esta plaga, deberán ir acompañadas de un certificado en
el que se especifique que se ha efectuado la limpieza en dicha maquinaria.
Por
su parte la UE confirmó
la aprobación final de una ayuda de 1,1
millones de euros para cofinanciar los programas de España destinados a
controlar el caracol manzana. Esta ayuda, que se incluye en una partida de
fondos para erradicar organismos nocivos. El
Departamento de Agricultura prevé llevar a cabo un plan de choque aplicando
saponina -un producto vegetal que resulta tóxico para el caracol manzana-
en el momento de la siembra del arroz para frenar la plaga de este animal en el
Delta del Ebro. Este año no se han secado prematuramente los campos de arroz,
una de las medidas más eficaces para frenar la expansión del caracol manzana,
para no poner en peligro las ayudas medioambientales europeas.
info e imagen: abc, agroinformación
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